- Nuestro concejal Fernando de Gracia reflexiona sobre el papel de los trabajadores culturales en estos momentos de crisis: «La situación actual exige en nuestro ámbito más que nunca una acción conjunta de todas las Administraciones. Podríamos decir que es fundamental la coordinación de todas las Administraciones para afrontar con solvencia esta crisis en relación con las Artes Escénicas y la Música ¿Será ello posible?»
Hace unos días se reunían un gran elenco de Artistas para reeditar el famoso tema del Dúo Dinámico, “Resistiré”, el mágico himno que todas las tardes salimos todos los ciudadanos a nuestros balcones a cantar para así dar ánimo a nuestros sanitarios, y todas las personas que son imprescindibles para mantener la batalla al estado de confinamiento que nos obliga la terrible pandemia del siglo XXI.
Todos estos artistas, que nos representan, son en esta ocasión la punta de lanza de un amplio colectivo que pertenecen al ámbito de las Artes Escénicas y la Música de nuestro País.
En este caso los participantes que han grabado este tema son:
Alex Ubago, Andrés Suárez, Álvaro Soler, Blas Cantó, Carlos Baute, Conchita, David Bisbal, David Otero, David Summers, Despistaos, Diana Navarro, Dvicio, Efecto Mariposa, Efecto Pasillo, Ele, Georgina, India, José Mercé, Josemi Carmona, Manuel Carrasco, Melendi, Mikel Erentxun, Nil Moliner, Pastora Soler, Pedro Guerra, Pitingo, Rosana, Rozalén, Rulo, Sofía Ellar y Vanesa Martín.
Nuestro trabajo se desarrolla alrededor de las disciplinas artísticas del teatro, la danza, el circo y la música clásica y popular. En definitiva, toda la expresión de la cultura en vivo.
Nuestra representatividad se extiende a todo el territorio nacional y según los datos estadísticos oficiales, llevamos a cabo más de 155.000 actuaciones, que disfrutan casi 45 millones de espectadores. Su realización supone la movilización de prácticamente 1.000 millones de euros, representamos a más de 300.000 profesionales de la creación, de la producción, de la distribución, de la interpretación, de la programación y asistencia técnica de las Artes Escénicas y la Música en España.
Por primera vez desde la restauración de la democracia nos dirigimos conjuntamente y con una sola voz a todos los representantes políticos de nuestra sociedad. A todas las instancias administrativas y a los órganos de representación de la soberanía del Estado, con el fin de demandar su socorro ante las consecuencias devastadoras que para el sector va a suponer el impacto del Covid-19.
Somos conscientes de las repercusiones económicas de la emergencia sanitaria que estamos viviendo. Sabemos que van a ser graves y muy duras para toda la sociedad. Somos sensibles a las dificultades del sector empresarial para mantener la estructura productiva, nos consta que muchas personas deberán enfrentarse al paro, que las dificultades financieras se multiplicarán para buena parte de la ciudadanía. En definitiva, de la angustia que todo ello va a producir durante algún tiempo a nuestros compatriotas. Lo que afirmamos no es una llamada de atención gratuita. Obedece a la experiencia que el sector ha vivido en otros momentos difíciles para nuestra sociedad y surge del convencimiento de que en nuestro Estado se carece del conocimiento necesario sobre la singularidad de nuestro sector y su extrema debilidad para soportar nuevos embates económicos.
A lo largo de estas semanas, se ha demostrado una vez más que los trabajadores y las empresas de la cultura somos fundamentales para el sostenimiento de nuestra convivencia y valores. En particular hemos asistido a la manera generosa con que los profesionales de nuestro sector se han volcado en cientos de iniciativas para ayudar a sobrellevar de la mejor manera posible el confinamiento; algo que se nos ha agradecido porque la ciudadanía ha recurrido a la cultura como a un bien de primera necesidad. Es por ello que la actual situación de crisis ha puesto de relieve nuevamente la necesidad de que el Estado y sus diferentes niveles administrativos consideren a la cultura en general, y a las Artes Escénicas y la Música en concreto, como un sector estratégico.
Como una parte más de la cultura somos instrumento básico para el desarrollo social y la transmisión de los valores democráticos. Puede que no sea el sector productivo y económico más grande del Estado, pero aparte de que también genera riqueza y trabajo, tal y como ocurre también con la educación o la sanidad, es un servicio público indispensable para una sociedad equilibrada y plenamente desarrollada porque “no sólo de pan vive el hombre”.
De hecho, en los países más desarrollados de Europa es así como se entiende nuestro papel en sus sociedades y, coherentemente con ello, por boca de sus primeros mandatarios hemos sabido que han diseñado medidas específicas para la recuperación del sector de las Artes Escénicas y la Música de cara a la futura superación de la emergencia sanitaria. Desgraciadamente tenemos dudas de que en España se siga ese mismo camino.
Servimos a la ciudadanía en su tiempo de ocio y por ello, a menudo se confunde nuestra actividad con algo que viene después de lo importante. En consecuencia, las medidas prácticas dirigidas a la protección y al desarrollo de nuestra actividad suelen situarse en un segundo o tercer lugar.
“Que en un país solo se valore el PIB y no la cultura… Pues bueno, en efecto el producto interior será cada vez más bruto” (Fernando Savater)
La situación actual exige en nuestro ámbito más que nunca una acción conjunta de todas las Administraciones. Podríamos decir que es fundamental la coordinación de todas las Administraciones para afrontar con solvencia esta crisis en relación con las Artes Escénicas y la Música ¿Será ello posible?
Solo la fijación legal de la cultura como un derecho ciudadano y como un servicio público esencial y estratégico, conseguiría tal objetivo.
Sin la intervención pública la diversidad, cantidad y calidad de la producción artística y su disfrute generalizado serían imposibles. Además, una buena parte de la producción se sitúa en manos de pequeñas empresas, o autónomos, para quienes el margen de beneficio es minúsculo. Por añadidura los recursos financieros del conjunto del sector son muy pequeños.
Además, el sector, aún no se había recuperado económicamente del impacto de la crisis de 2008 y debe ahora hacer frente a la suspensión en el periodo marzo-mayo 2020 de unas 30.000 funciones y a unas pérdidas superiores a los 130 millones de euros. La contratación pública es determinante en una buena parte de la economía de las Artes Escénicas y la Música y ésta, como ya se ha apuntado, no siempre ha entendido la importancia estratégica de este sector.
Así, por ejemplo, una simple reducción de un 10% de la contratación pública, expulsará del sistema a miles de trabajadores de la cultura y provocará muy probablemente la extinción de cientos de proyectos creativos. El sector, en su mayor parte, carece de capacidad de resistencia financiera. Las compañías, los creadores, los artistas, etc. viven sobre todo de las actuaciones. Si éstos se reducen, la ya precaria economía del medio resultara imposible.
Pero con toda humildad puedo anticipar, que, i desde el Estado no se responde de manera firme y decidida con este sector y de manera coordinada con todos los niveles administrativos, la subsistencia de un sector tan estratégico como es el de las Artes Escénicas y de la Música de España, estará en serio peligro, al menos para mantener los estándares mínimos alcanzados hasta nuestros días.